Esta semana estoy tomando un curso de Gestión de Fondos de Inversión organizado por ANDE y el Aspen Institute México, con el objetivo de seguir preparándome y reducir la curva de aprendizaje en el acceso al capital para mujeres emprendedoras.
En tan solo un día, ya siento que la cabeza me da vueltas, y es que tengo las antenas bien puestas en el momento en que hablan de las mujeres. Así que te contaré dos cosas que llamaron mi atención:
El 30% Club México ([https://30percentclublatam.org/](https://30percentclublatam.org/)) es una campaña dirigida por un grupo de Directores Generales y Presidentes de Consejos de las principales empresas en México, cuya misión es lograr al menos un 30% de representación de mujeres en todos los Consejos de Administración y a nivel C en el mundo. Las empresas que logran una mejor salida a bolsa o venta son aquellas que tenían mujeres en sus consejos. Sin embargo, aún hay muy pocos consejos en startups o empresas con mujeres. Actualmente, algunos fondos tienen como requisito no negociable incluir a mujeres en sus consejos, siempre y cuando sea por meritocracia.
Y eso me lleva a una pregunta: ¿Qué tanto haces en tu organización para avanzar en temas de equidad de género? Para responder a esa pregunta, te compartiré esta herramienta que te permitirá hacer un checklist: The Women’s Empowerment Principles Gender Gap Analysis Tool ([https://weps-gapanalysis.org](https://weps-gapanalysis.org)). Si decides usarla, cuéntame qué te pareció.
Siguiendo con mi aventura de fondos, una práctica que comienza a ser muy común tuvo su origen en la crisis del 2008. Los tomadores de decisiones financieros se dieron cuenta de la importancia de generar un impacto al momento de generar riqueza. Es así como surge una generación de profesionales a nivel global para empezar a formarse en este tema. Esta formación siempre se había dado en inglés, y por primera vez, se está impartiendo en español y, lo mejor de todo, muy contextualizada a México con casos reales.
Otro dato que llamó mi atención es que, en México, la oportunidad de deuda privada es mucho más atractiva que la bolsa para las empresas medianas. Esto se debe a que en México aún tenemos muchos retos en educación financiera. Mientras que en Estados Unidos se aprende a hacer “trading” desde la preparatoria, en México, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, solo el 49.1% de la población tenía una cuenta de banco o institución financiera. Y para muestra un botón, al momento de preguntar quiénes de los que estábamos en el grupo hacemos “trading” de manera activa, muy pocos levantaron la mano.
Y como cereza del pastel, les comparto el caso de Finvivir ([https://www.finvivir.com.mx/index.html](https://www.finvivir.com.mx/index.html)), que representa justo la creatividad en un entorno donde aún quedan necesidades de financiamiento por ser atendidas. Ellos se dedican a dar créditos a mujeres en zonas rurales, y actualmente han colocado más de 10,000,000 de créditos en México. Este tipo de crédito no es grupal y se otorga bajo recomendación.
Por último, les comparto que el concepto de Environmental, Social, and Corporate Governance (ESG), tomó relevancia por primera vez en un informe de 2004 titulado «Who Cares Wins» (Quien le importa, gana), que fue una iniciativa conjunta de instituciones financieras por invitación de las Naciones Unidas (ONU). Para 2021, el movimiento ESG pasó de ser una iniciativa de responsabilidad social corporativa de las Naciones Unidas a convertirse en un fenómeno global que representa más de 30 billones de dólares en activos bajo gestión. Y en México, la persona que comenzó a impulsar el tema en los fondos fue precisamente nuestro facilitador del curso.
À bientôt.
Por: Rosa Isela Martinez Patraca