“El pueblo da, el pueblo quita” creo que ya todos estamos en el entendido de cuanto ha crecido esta premisa en nuestro país, ahora el pueblo manda, pero creo que algunos no lo entienden así, porque no te metas con lo que más sagrado para ellos, como es su tiempo o tranquilidad, y es que a muchos les ha pasado que alguien llega a tu casa a vender, a preguntarte o incluso a predicar la palabra pero por ocupación o miedo ya mejor optas por no contestar para que se vayan.
Y si de elecciones hablamos las cosas no han pintado muy bien para algunos políticos en esta campaña electoral 2024, ya que han sufrido de todo, que te corretee el perro de la casa, que no les quieran abrir la puerta, hasta de que los ciudadanos les digan “No estoy”, “no hay nadie” para no quererlos recibir.
Sin embargo, el que un político por el mero hecho de que no le abran la puerta pueda llegar a enojarse y hasta reprimir a su equipo por no asegurar de que será recibido, debe de analizar ¿porque no está conectando con la población? O ¿porque no está teniendo una comunicación más asertiva con su electorado? Sobre todo sumando el calor, el estrés, la inseguridad etc., algunos candidatos lo analizan con su equipo, otros de plano no aceptan comentarios ni les interesa revisar sus agendas de riesgo, pero además hay que recordar que los candidatos están dentro de un ejercicio democrático llamado elecciones, es decir como ciudadanos ellos dependen de nosotros si llegan al poder a través de nuestro derecho a elegir; y al derecho de querer o no escuchar sus propuestas.
En ese sentido, si en estas campañas se está presentando el fenómeno de que un político aunque vea gente en las viviendas no es recibido ni para cuando menos dejar su volante o saludar a las personas, habla de que existe ya un hartazgo de la gente no solo de la forma en como se hace política (siempre las mismas prácticas, caminar casa por casa) sino principalmente de la falta de resultados. En el primer caso es necesario hacer actividades más dinámicas y atractivas para generar el interés de la gente para que quieran conocerlo usando las tecnologías mandando mensajes que conecten con el electorado y planteen soluciones reales a los problemas. En el segundo caso la gente dice estar harta porque los políticos siempre hacen promesas pero al final no las cumplen, es decir se encuentran molestos porque hay falta de resultados, lo que para colmo les enoja más es cuando luego vienen otros candidatos por el mismo encargo prometiendo lo mismo que su antecesor nunca llego a comenzar.
Este punto de hartazgo de la gente en este proceso por falta de resultados es que el más pesa porque los dichos comunes son “para que voto si siempre prometen lo mismo, o son unos mentirosos”. Además de que muchos de los que andan caminando y que no son recibidos pero que fueron funcionarios o van por una reelección deben entender que si los ciudadanos están en esta actitud es porque están calificando su actuar en la función pública y sienten que algunos les fallaron, por lo que deben de argumentar porque no cumplieron y dejar en claro que harán para que no vuelva a suceder en esta segunda oportunidad.
Pero pese a que usted está en todo su derecho de querer abrir o no la puerta a un candidato o escucharlo y que los políticos como dijo la titular del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco Elizabeth Nava, que los candidatos deben ser respetuosos con los ciudadanos con su decisión a escucharlos. Como mexicanos y tabasqueños todos tenemos una obligación cívica de ejercer nuestra elección el 2 de junio. Salga a votar no se quede en casa porque luego como se puede tener la calidad moral para reclamar y lo que es peor tal vez haya al final un político que medio le agradó por sus propuestas pero que no podrá llegar si usted no le da el apoyo con su sufragio. Y es que debemos entender que en este tiempo electoral todo tenemos derechos y obligaciones.
Por: Sandra Villafuerte