En las calles de Buenos Aires, Argentina, abundan los llamados «arbolitos», quienes vociferan «cambio, cambio» y «dólares» para guiar a los transeúntes hacia las conocidas «cuevas» o casas de cambio clandestinas.
Los vendedores ilegales que operan en la concurrida calle Florida consideran lucrativo ofrecer a los turistas la posibilidad de cambiar el famoso «dólar blue» a un tipo de cambio aproximado de un dólar por $1000 pesos argentinos. Esto les brinda acceso al billete verde, el cual es difícil de obtener de manera legal en los bancos argentinos.
El billete de $1000 pesos es el más común en Argentina y, en el mercado negro, equivale aproximadamente a $17 pesos mexicanos.
Los precios en los establecimientos resultan impactantes debido a que suelen expresarse en miles de pesos. Por ejemplo, un kilo de manzanas puede costar $3,490 pesos en un minimercado, mientras que el kilo de pollo alcanza los $8,540 pesos argentinos. Incluso, una pizza mediana en un restaurante puede llegar a costar $9,000 pesos. Aunque se acepta el pago con tarjeta de crédito, muchos comercios ofrecen descuentos preferenciales por el pago en efectivo.
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Los billetes argentinos actuales tienen denominaciones de 10, 20, 50, 100, 200, 500, 1000 y 2000 pesos. Sin embargo, los billetes de dos mil pesos no son aceptados por los cajeros automáticos, lo que lleva a que la gente los rechace y evite su uso. Además, las monedas prácticamente no circulan debido a que su valor es insignificante.
Cabe destacar que la compraventa de dólar blue es un delito penalizado por la Ley Penal Cambiaria. Las multas pueden alcanzar hasta diez veces el monto de la operación y conllevan penas de uno a cuatro años de cárcel en caso de reincidencia. A pesar de ello, la mayoría de la población tiene esperanzas de que la economía mejore y la inflación se detenga bajo el gobierno del presidente Javier Milei.
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POR: JTG