Estamos en la recta final de las campañas judiciales. Más de noventa millones de mexicanas y mexicanos estamos invitados a acudir a las urnas el domingo primero de junio. Sin embargo, este proceso electoral judicial trae consigo un gran dilema: votar o no votar.
Hay argumentos para ambas posturas. Entre quienes invitan a votar parten de premisas como que la reforma ya es vigente, que es necesario democratizar el Poder Judicial o que hay un llamado a participar con el fin de evitar la cooptación y asegurar que lleguen los mejores perfiles. En cambio, quienes optan por no participar, exponen razones que van desde no querer validar una elección que nadie pidió, hasta considerar que se trata de un “fraude” y un cese masivo de personas juzgadoras, pasando por el temor de que los votos ni siquiera se cuentarán en las casillas.
Cada argumento tiene su razón de ser. No obstante, no dejo de pensar que, como ciudadanía, seguimos atrapados en el fantasma de los fraudes electorales y ejercemos nuestro derecho al voto desde la desconfianza hacia las instituciones del Estado.
Por ejemplo, hay quienes creen que se llenarán boletas para favorecer a determinadas candidaturas. Para lograrlo, miles de personas se tendrían que poner de acuerdo para anotar el mismo número en las boletas a lo largo y ancho del país. Esta idea deja de lado que gran parte de ellas pueden ser nuestras propias vecinas y vecinos, seleccionadas mediante un proceso riguroso para integrar los Consejos Distritales y Locales del Instituto Nacional Electoral, responsables de contar los votos. Además, ignora que las sesiones de escrutinio se transmitirán en tiempo real.
Quienes llaman a no votar están en su derecho. Sin embargo, partir de generalizaciones para invalidar la decisión de quienes sí acudiremos a las urnas no contribuye a un debate útil sobre lo que necesitamos mejorar rumbo a 2027, proceso que, sin duda, será el más grande de nuestra historia en cuanto a los cargos en disputa.
Necesitamos encontrar y construir caminos entre la ciudadanía para exigir un mejor sistema de justicia y ajustar el mecanismo de selección de personas juzgadoras. Bajo el entendimiento de que el partido mayoritario no modificará el esquema actual de elección, lo que nos queda es pensar en lo que vendrá después del primero de junio. Pero antes, toca preocuparnos y ocuparnos por conocer a las candidaturas que habremos de elegir en una jornada que, estemos o no de acuerdo con la reforma, se llevará a cabo en unos cuantos días.
Finalizo recordándoles que pueden conocer a sus candidaturas en el portal “Conóceles” del INE. Además, la herramienta “Practica tu voto” (https://practicatuvotopj.ine.mx/) permite familiarizarse con la boleta. También está disponible el sitio para ubicar la casilla correspondiente (https://ubicatucasilla.ine.mx/) y, por último, no olvidemos que el INE habilitó un portal para denunciar a las candidaturas que incumplan los requisitos de elegibilidad (https://ine.mx/estructura-ine/utignd/informacion-ciudadana-8-de-8/).










