Una mujer de la tercera edad dedicada a dar masajes, fue descubierta al extorsionar a sus clientes, a quienes los obligaba con pedidos insólitos que no tenían que ver con otorgarle dinero en efectivo. La persona de 65 años de edad operaba en la provincia de Buenos Aires, Argentina.
La extorsionadora fue identificada como Stella Maris Distel, quien al extorsionar a sus clientes les solicitaba pedidos que no imaginaban que tenían que conseguir para evitar que la adulta mayor difundiera las fotografías íntimas que les tomaba a cada uno de ellos.
Desde luego la mujer pedía dinero a los hombres que extorsionaba, pero también les solicitaba artículos como pasteles de milhojas, hasta electrodomésticos y alguna herramienta. Sin embargo, una de las recientes víctimas levantó la denuncia para que iniciara la indagatoria de la policía.
Sin especificar cuánto tiempo dedicó Stella Maris Distel para hacer los insólitos chantajes, la policía indicó que acumuló unos 3,000,000 de pesos argentinos. El modus operandi de la mujer fue revelado por la policía a manera de advertencia para evitar caer en temas de extorsión.
Los extraños pedidos que hacía la masajista de la tercera edad
En su reciente extorsión, la mujer de la tercera edad captó la atención de su víctima al tener conversaciones y videollamadas subidas de tono, situación que la mujer aprovechó para tomar fotos e iniciar con la extorsión. Además de obtener el dinero de las víctimas, la masajista exigía la entrega de los siguientes objetos:
- Un reloj.
- Un taladro.
- Una balanza digital.
- Pastel de milhojas.
Stella Maris Distel fue arrestada por la policía de la Provincia de Buenos Aires. Con las pruebas aportadas por la última víctima, se descubrió que la mujer extorsionaba de manera remota para que le enviaran transferencia de dinero, además de usar plataformas de paquetería para la entrega de los artículos.
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AM
