Hace 55 años, durante la Copa del Mundo de México 1970, surgió un fenómeno que hasta hoy es toda una tradición: festejar en El Ángel de la Independencia.
La primera ocasión que hubo fiesta en sus alrededores fue en su inauguración, 60 años atrás, conmemorando el centenario del Grito de Dolores y el inicio de la Guerra de Independencia de México.
Pero siendo por primera vez anfitriones del máximo evento de futbol, y tras una goleada de la Selección Mexicana 4-0 ante el Salvador, el destino marcó el rumbo de la celebración en el centro de la capital.
Antes no había nada que festejar. Sin ponerse de acuerdo, se fueron juntando los autos con las banderas de México, era el furor de ser anfitriones y haber metido cuatro goles en un partido. El Ángel es el monumento más emblemático que tenemos en la Ciudad de México, incluso mucho tiempo después se cayó una parte durante el terremoto del 85”, señala el historiador, Carlos Calderón Cardoso en una charla con Excélsior.
La Selección Mexicana ante el conjunto salvadoreño provocó una reacción de euforia en el aficionado mexicano, que sería digna de estudio por parte de los psicólogos”, se lee en el pie de foto de este diario en aquella edición.
FESTEJO EN EL ÁNGEL SORPRENDIÓ A LA PRENSA INTERNACIONAL
En aquellos años, los festejos sorprendieron a periodistas extranjeros. Ríos de gente inusuales.
-¿Eso hacen siempre?, pregunta un periodista extranjero a un aficionado mexicano.
-No, nunca había visto algo igual.
Aquel suceso abrió paso para que lugares como La Minerva, en Guadalajara, o la Macroplaza, en Monterrey, tuvieran lugar para festejos.
Eso ya vino después, unos 10 años más tarde, con marchas o eventos para celebrar en masa”.
RÍOS DE GENTE
En una puesta en plana de El Periódico de la Vida Nacional se destacó el fenómeno de la afición mexicana sobre el Paseo de la Reforma y demás calles de la Ciudad de México, epicentros de los festejos.
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AM











