El personal del último hospital en funcionamiento en el norte de Gaza permanece bajo asedio, completamente aislado, y sin recibir ningún tipo de suministros de ayuda mientras se intensifica el bombardeo por parte del ejército israelí.
El Hospital Al-Awda, administrado por el socio de Alianza por la Solidaridad-ActionAid, Al-Awda, es el único hospital que aún funciona parcialmente en el norte de Gaza – donde se estima que permanecen unas 75 000 personas – después de que los hospitales Kamal Adwan e Indonesio hayan sido destruidos.
El Dr. Mohammad Salha, director interino del Hospital Al-Awda, ha destacado a través de un mensaje de voz: “La situación fuera del hospital es muy peligrosa ahora… Las fuerzas de ocupación israelíes en los alrededores del hospital están quemando casas, disparando al azar contra el hospital y sus alrededores, además de lanzar bombas en el patio. Nadie puede salir ni moverse porque las fuerzas de ocupación están apuntando a todo lo que se mueve en el norte de la Franja de Gaza.”
Por su parte, el personal sanitario está tratando a los pacientes atrapados dentro del hospital lo mejor que puede, a pesar de no recibir suministros de ayuda vital desde hace más de tres meses. El Dr. Salha continúa: “Desde el inicio de la operación el 5 de octubre hasta ahora… ninguno de los suministros médicos o combustible necesarios para operar el hospital han llegado. Hasta este momento, las fuerzas de ocupación han impedido la entrada de medicinas, suministros médicos, alimentos y combustible al Hospital Al-Awda. Esperamos que esta operación terrestre termine urgentemente y permita traer los suministros necesarios para operar el hospital y dar servicio.”
Los 16 de los 36 hospitales en Gaza que aún funcionan parcialmente apenas tienen combustible, lo que pone en riesgo su capacidad para seguir salvando vidas. Los servicios ya se han tenido que reducir, y los y las trabajadoras advierten que los ventiladores y las incubadoras podrían dejar de funcionar.
La ONG Alianza por la Solidaridad-ActionAid, que trabaja en el Territorio ocupado Palestino desde hace 35 años, exige que las autoridades israelíes pongan fin inmediatamente al bloqueo de ayuda en el norte y que el combustible y otros suministros esenciales se entreguen urgentemente a los hospitales para que puedan continuar con su labor vital. Los ataques contra el Hospital Al-Awda y todos los demás centros de salud, son una grave violación del Derecho Internacional Humanitario y deben cesar. Así mismo, debe haber una rendición de cuentas por todas las atrocidades cometidas.
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