En plena austeridad republicana, el edificio compartido entre Hacienda y Aduanas, ubicado junto al emblemático Caballito sobre avenida Reforma, enfrenta una situación preocupante: no cuenta con espacios ordenados y adecuados para responder ante un sismo.
Desde las 8:30 a.m. se forman largas filas para ingresar, lo que provoca desorden en los accesos. Esta saturación, sumada a la falta de áreas definidas de resguardo o evacuación, convierte el lugar en un peligro latente en una ciudad altamente sísmica.
El responsable de la dependencia es el Lic. Rafael Fernando Marín Mollinedo, titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), un tabasqueño muy reconocido por su capacidad de gestión. Sin embargo, es posible que ignore estas anomalías que ponen en riesgo a servidores públicos.
⚠️ Lo que viven los trabajadores
Los empleados del edificio reconocen la problemática, pero no exponen su inconformidad por temor al despido. Mientras tanto, sufren los retardos al checar su entrada debido a las largas filas, lo que deriva en sanciones injustas y en un ambiente laboral tenso.
📌 Puntos críticos detectados
Falta de espacios ordenados: no hay áreas definidas para resguardo ni evacuación en caso de emergencia.
Accesos saturados: largas filas que bloquean salidas y complican cualquier respuesta rápida.
Riesgo real: en un sismo, la desorganización podría costar vidas.
Clima laboral adverso: trabajadores con miedo a denunciar y afectados por retrasos que no son su culpa.
✅ Lo que piden
Revisión urgente de Protección Civil.
Reordenamiento de accesos y salidas.
Creación de espacios seguros y funcionales para emergencias.
Respeto a la integridad y dignidad laboral de los trabajadores.
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