La administración del nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha anunciado medidas firmes contra los migrantes irregulares en el país. En colaboración con Estados Unidos, se han acordado vuelos de repatriación para migrantes irregulares desde Panamá, con un financiamiento de 6 millones de dólares por parte del gobierno estadounidense. Este acuerdo incluye programas de entrenamiento y asistencia técnica para las autoridades panameñas, así como la cobertura de los costos asociados con los vuelos de deportación.
El memorando de entendimiento firmado entre Estados Unidos y Panamá se enfoca en aquellos migrantes que cruzan la selva del Darién, la frontera natural con Colombia, en su camino hacia Norteamérica. Aunque no se proporcionaron detalles específicos sobre la financiación de los vuelos ni los destinos de las deportaciones, se mencionó que se trata de un «programa piloto» que complementará las operaciones limitadas existentes de repatriación en Panamá.
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Las personas que serán deportadas bajo este acuerdo son aquellas que no califiquen para protección internacional u otros requisitos legales en Panamá. Este esfuerzo busca reforzar las medidas para cerrar el paso de migrantes por el Darién, una ruta utilizada por cientos de miles de personas, principalmente venezolanos, debido a la crisis humanitaria en su país.
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KCQ