El Pentágono anunció el despliegue de 700 infantes de marina en la ciudad de Los Ángeles, California, como parte de un operativo conjunto con la Guardia Nacional para contener las protestas derivadas de las recientes redadas migratorias en la zona. La movilización, que se realizará en las próximas 24 horas, fue confirmada por medios estadounidenses como Reuters y ABC News.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos informó que los marines pertenecen al Segundo Batallón del Séptimo Regimiento, con base en Twenty Palms, California, y su activación tiene como objetivo reforzar la seguridad en instalaciones federales. Hasta el momento, no se ha invocado la Ley de Insurrección, aunque las autoridades reconocen que la situación “es dinámica y podría cambiar”.
La decisión fue respaldada por el presidente Donald Trump, quien, al ser cuestionado sobre un posible envío de más tropas, respondió: “Veremos qué pasa”. La presencia militar se suma a los más de 2,000 elementos de la Guardia Nacional ya desplegados en el condado.
La medida fue duramente criticada por autoridades locales. El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó como “demente” e “impropia de una democracia” la acción presidencial. “Los marines de Estados Unidos han servido honorablemente en guerras en defensa de la democracia. No deberían ser usados para enfrentar a sus propios compatriotas”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
Por su parte, el fiscal general del estado, Rob Bonta, acusó al gobierno federal de “pisotear” la soberanía de California y anunció que buscará frenar el despliegue mediante una orden judicial. “No tomamos a la ligera el abuso de autoridad del presidente”, declaró a la prensa.
Las protestas en Los Ángeles comenzaron tras la intensificación de redadas contra migrantes. Durante el fin de semana, se reportaron bloqueos en autopistas, incendios de vehículos autónomos y enfrentamientos con la policía, que respondió con gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras. Este lunes, aunque la ciudad amaneció en calma, se mantenía una fuerte presencia policial, especialmente frente al centro de detención federal, epicentro de las movilizaciones.
La movilización de tropas en territorio estadounidense para tareas de orden público ha generado un debate legal y político, especialmente en un contexto electoral y ante la tensión por la política migratoria del gobierno de Donald Trump.
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