Circula en redes un MANIFIESTO DE INCONFORMIDAD donde un sector creativo tabasqueño habla de «traicionar la confianza» depositada en las promesas de apoyo a la cultura.
¡Ternutitas!
De inmediato pienso en las dos frases de Susana Zabaleta que resumen la política cultural de la transformación, primero: «ahora sí habrá mucho apoyo para la cultura» y segundo: “me equivoque, perdón por mi estúpida esperanza”. A decir verdad, la cantante y actriz tardó un año en ajustar su apreciación mientras que «los redactores de ese manifiesto» y después de cinco años casi a final del sexenio, aún creen que algo cambiará (bueno sí, cambió para empeorar). Y también surgen otras frases hechas a modo para el momento que nos ocupa: “que lo compre quién no lo conoce” o “parado en la silla se ve diferente el mundo”.
Nadie firma como responsable de elaborar ese «manifiesto», lo anónimo (tirar la piedra y esconder la mano) no es un actuar en la generación de este siglo. Alguien dirá que lo importante, no es quién o quiénes «se sienten traicionados», ni la forma pero sí el fondo de lo que se pide o desea conseguir con ese documento. Aquí debemos señalar, para empezar, que no todos los interesados en la cultura persiguen el presupuesto cultural, si cae bien, sino, se actua en consecuencia y por ello me atrevo a aclarar algunos puntos del texto:
a) Por obviedad, en el estado muchos creadores trabajan o se benefician de la institución cultural, lo cual, disminuye a los posibles firmantes. Las represalias o señalamientos internos existen, son reales y muchos «vecinos de escritorio antaños izquierdistas» piensan que exigir transparencia al movimiento, es traicionar al movimiento.
b) “Cuatro décadas atrás, nuestro estado vivió un periodo de prosperidad cultural…”. ¿Saben?, nos encanta señalar el pasado, vivir del recuerdo pero sí les doy la razón: la directiva pasada lo hizo mucho mejor (si, aquí cerquita el tiempo, no necesitamos recordar el paleolítico).
b) “La SC sigue sin manual
de organización…” Por favor, un manual no hace una institución, existen procesos y procedimientos administrativos determinados, programas federales, estatales ya establecidos y la institución cuenta con excelentes trabajadores de gran experiencia, el problema es motivar su participación asertiva.
c) “No sabemos con claridad en qué acciones fue utilizado el presupuesto…” ¿¡Es en serio, colegas!? ¿No han visto todos los programas sociales y proyectos donde el ejecutivo se ha gastado más de lo planeado? Incluso, algunos de ustedes reciben alguna beca bienestar, así que está parte está demás.
d) “Generar una política cultural…” Eso ya existe muchachos y en su implementación, pues, nunca será lo mismo dirigir y gestionar a pesar «del compromiso partidista (como en la pasada gestión)» a ir a calentar la silla (como en la actual), sin olvidar que «una dirección» puede estar atada de manos y trabajar con lo que se tiene es desición de quien toma el puesto, pero si no se tiene nada, pues, estamos fritos.
e) “Pedimos un aumento en el presupuesto destinado a la cultura…” Jóvenes, el año fiscal, terminó hace dos semanas y empieza en marzo, el dinero del 2024 ya está asignado y siendo año electoral, este punto es incoherente, habría que hacer copy-page de su carta y sacarla para el 2025.
f) “La comunidad cultural y la sociedad tabasqueña exigimos…» ¡Epa,epa! Ni toda la comunidad ni toda la sociedad está muuuuuy preocupada, debería, claro, pero la realidad es cruda y aveces ruin y surge otra pregunta ¿A cuáles creadores culturales fifís, neoliberales y ricachones les han mellado la confianza? Porque si quienes redactan esa carta son los mismos cultureros que apoyaban ciegamente la transformación pues si queridos, los han traicionado.
Amigos, les aseguro que eso que les preocupa mucho a otros no les quita el sueño y más bien, OCUPAN SU PREOCUPACIÓN para desarrollar algún proyecto sin apoyos, sin gastar papel y tinta en sueños.
Finalmente, sabemos que la designación de un secretario es una decisión de órden político, siempre ha sido así y solo los viejos combatientes viven de iluciones. A la «cultura» hay que caerle proponiendo proyectos, acciones, creando, no con escritos que de antemano, están destinados a un cajón repleto de papeles.
Por: Edmundo Juárez