México vuelve a hacer historia. En 2026, nuestro país será el único en el mundo que ha albergado tres Copas Mundiales de la FIFA, y lo hará con un compromiso doble: ofrecer la mejor fiesta del fútbol y convertir su derrama económica en bienestar real para las familias mexicanas.
Con 13 partidos programados —cinco en la Ciudad de México, cuatro en Guadalajara y cuatro en Monterrey—, el país se prepara para recibir a miles de aficionados y delegaciones internacionales.
Más de 800 mil espectadores presenciales y 6 mil millones de televidentes alrededor del mundo pondrán sus ojos en México, su cultura y su hospitalidad.
Pero el reto no solo está en el espectáculo deportivo, sino en el impacto que dejará después del último silbatazo.
Una derrama económica histórica
La derrama estimada oscila entre 1.8 y 3 mil millones de dólares, cifra que podría representar uno de los mayores impulsos al turismo, la inversión y los servicios en la historia reciente del país.
El Gobierno de México y los comités locales han reiterado que el objetivo es transformar esos ingresos en bienestar para todos y todas, con especial énfasis en la creación de empleos temporales y permanentes en hotelería, transporte, cultura, gastronomía y comercio.
El evento también podría significar una inyección de capital a la infraestructura turística y abrir una nueva etapa para la aviación nacional, que hoy juega un papel estratégico en la conectividad con Norteamérica y el mundo.
Aeropuertos bajo la mirada internacional
Los tres estados sede ya experimentan un efecto multiplicador en sus aeropuertos, impulsados por la demanda global que generará el Mundial.
Ciudad de México: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se preparan con nuevas rutas, remodelaciones y mejoras en conectividad terrestre. Se proyecta un aumento de hasta 40% en vuelos internacionales durante el periodo del torneo.
Guadalajara: el Aeropuerto Miguel Hidalgo y Costilla vive una de sus mayores expansiones, con una nueva terminal y capacidad ampliada a más de 12 millones de pasajeros anuales.
Monterrey: el Aeropuerto Internacional Mariano Escobedo avanza en la modernización de pistas, accesos y áreas de espera, además de incorporar tecnología biométrica y sistemas de flujo migratorio rápido.Estas inversiones consolidan una red de movilidad aérea nacional que se alinea con la política federal de fortalecer el turismo, los negocios y la proyección de México como anfitrión confiable.Un legado más allá del fútbol
El Mundial 2026 no es solo una competencia deportiva: es una plataforma de identidad y diplomacia cultural.
México no solo compartirá estadios con Canadá y Estados Unidos, sino valores: hospitalidad, inclusión, sostenibilidad y amor por el juego limpio.
Las fiestas “México 2026”, anunciadas como eventos públicos y gratuitos en los 32 estados del país, buscan acercar el Mundial a cada rincón del territorio, incluyendo comunidades rurales y pueblos originarios.
Ese enfoque social podría convertir a este torneo en el más participativo y comunitario de la historia.Un reto compartido
La magnitud del evento exigirá coordinación entre federaciones, gobiernos estatales y el sector privado.
El desafío será garantizar que el éxito económico no se concentre solo en las grandes urbes, sino que permita fortalecer economías locales, promover empleos dignos y proyectar al país como una nación moderna y justa.
Si el Mundial de 1970 nos dio orgullo y el de 1986 nos unió, México 2026 podría ser el que nos transforme: el que lleve al país del entusiasmo deportivo al desarrollo sostenible.
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Grace Bravata (FOH)










