La expansión del crimen organizado en los últimos años, así como el incremento de la violencia armada en distintas regiones del país, tienen un fuerte impacto en las cadenas de suministro y en la producción de diversos sectores empresariales como la minería, un sector en el que México se ha posicionado en el cuarto lugar como el más peligroso de América Latina para ejercer la actividad.
“La inseguridad ha afectado a las regiones mineras más importantes de México como Sonora, Chihuahua, Zacatecas, Guerrero y el Estado de México, donde las empresas han tenido que destinar entre 5 y 10 por ciento más a su presupuesto de seguridad para combatir los altos índices de inseguridad”, indicó Luis Humberto Vázquez, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM).
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En noviembre pasado, el robo de dos tráileres que transportaban concentrados minerales de plata provocó que la canadiense Pan American Silver, tomara la decisión de cerrar temporalmente su mina La Colorada, ubicada en Zacatecas.
En Jalisco, desde 2019, sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) operan, con total impunidad la mina El Pilón, de Minera el Pilón (filial de First Majestic Silver Corporation), sin que hasta el momento las autoridades hayan actuado para que los concesionarios puedan recuperarla.
Bajo este panorama, el Instituto Fraser de Canadá, colocó a México como el cuarto país más inseguro de América Latina para llevar a cabo la actividad minera, sólo por debajo de Venezuela, Colombia y Nicaragua. A nivel global, el Instituto colocó a México en el lugar 73 de 84 jurisdicciones evaluadas en materia de atracción de inversión.
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De acuerdo con la encuesta, 88 por ciento de los participantes consideran que la inseguridad en México es un factor que define en cierta medida su decisión de inversión, de los cuales 9 por ciento dijo que es el definitivo por el que considera o no poner su capital a operar.
Pese a la riqueza mineral de México, especialmente en oro y plata, la inseguridad ha golpeado a las inversiones del sector, que disminuyen hasta 34.5 por ciento desde 2012, cuando se inyectaron a la industria 8 mil 43 millones de dólares, mientras que para 2022, la Cámara Minera de México (Camimex) estimó las inversiones en 5 mil 265 millones.
“Resolver la inseguridad no es un tema sencillo, incluso nos hemos visto obligados a pagar al crimen organizado el cobro de derecho de piso y esto se lo hemos comunicado a las autoridades”, añadió el presidente de la AIMMGM.
(WCLS)