La inteligencia artificial permite que personas, comunidades y empresas tengan acceso a servicios e información para tomar mejores decisiones y mejorar sus vidas, coincidieron expertas.
Un ejemplo es Finvero que utiliza inteligencia artificial para facilitar el acceso al crédito a millones de personas que, tradicionalmente, han sido ignoradas por el sistema financiero, explica Erika Quezada, cofundadora de la plataforma.
Más del 60% de la población en México no tiene acceso a un crédito formal, muchos son invisibles porque no tienen historial crediticio, tarjeta de crédito o débito”, comenta Quezada.
Para que el 40% tenga la posibilidad de acceder a un crédito o ahorro, Finvero actúa como un “marketplace de crédito”, conectando a consumidores con instituciones financieras mediante alianzas con comercios.
A través de una aplicación web accesible, desde cualquier celular con internet, las personas pueden solicitar crédito en cinco minutos, sin necesidad de historial crediticio previo, detalla la cofundadora.
Para ayudar a las personas, Finvero utiliza datos alternativos como hábitos de consumo, geolocalización y comportamiento digital que permiten construir perfiles de riesgo más completos y humanos.
La inteligencia artificial no es nada sin datos, nosotros recopilamos información del día a día de las personas para ayudar a las instituciones a tomar mejores decisiones y ofrecer condiciones más justas”, explica Quezada.
Decisiones sin sesgos
María José Martabit, abogada y CEO de Theodora, menciona que su labor es desarrollar tecnología anti sesgos para mejorar la toma de decisiones personales y corporativas.
Todos los días tomamos decisiones influenciadas por sesgos: de género, etnia, discapacidad, nivel socioeconómico, nuestro objetivo es detectarlos, entenderlos y corregirlos”, indica.
Por lo que Theodora se ha dado a la tarea de generar el dataset más grande del mundo sobre sesgos en español, lo que permite entrenar algoritmos capaces de analizar discursos, textos y estructuras organizacionales para detectar prejuicios ocultos.
Esta tecnología ha sido utilizada incluso para analizar discursos políticos, como en un estudio sobre la campaña de Kamala Harris y Donald Trump, donde se midieron patrones de agresividad, esperanza y riesgo reputacional mediante IA.
Colaboración
Tanto Finvero como Theodora coinciden en que no basta tener sólo la tecnología.
«Sin colaboración, nunca vamos a mover la aguja de la inclusión financiera”, afirma Quezada.
Por lo que resulta indispensable que bancos, fintechs, reguladores y comercios trabajen juntos, compartan información bajo estándares éticos y entiendan que los datos pertenecen al usuario, no a las corporaciones.
Martabit subraya que la ética y la gobernanza en el desarrollo de la inteligencia artificial son esenciales.
La mayoría de los modelos se están creando en Estados Unidos y China, en América Latina, somos consumidores de IA, no generadores, por eso es tan relevante que construyamos nuestros propios datasets, entrenados con nuestra cultura y realidad».
Asimismo, la CEO de Theodora destaca la necesidad de incluir la perspectiva latinoamericana en los desarrollos tecnológicos globales.
“Nuestra forma de comunicarnos, nuestros contextos, nuestros sesgos son distintos. Si no participamos en la creación de estas tecnologías, seguiremos reproduciendo desigualdades.”
Además, como parte de la labor en materia de colaboración en el ecosistema financiero, Quezada mencionó que bancos, fintechs, big techs, reguladores y asociaciones se reunirán en el evento Open Finance 2025, que se llevará a cabo 11 y 12 de junio en Ciudad de México.
En este encuentro participan 12 países y se buscan promover alianzas y acuerdos para acelerar la inclusión financiera a gran escala.
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