Tras enfrentar el temor y la incertidumbre debido a la violencia entre grupos criminales en Tila, Chiapas, un número significativo de familias choles ha comenzado a regresar a sus hogares. Según estimaciones, solo el 30% de los habitantes ha vuelto a sus viviendas, mientras que el resto permanece en albergues y casas solidarias en localidades cercanas como Yajalón, Petalcingo, Sabanilla y Tumbalá, en el sur de México.
La situación sigue siendo delicada después del éxodo masivo registrado el 7 de junio, cuando la violencia generada por el grupo Fuerza Armada de Tila (FART) y un enfrentamiento con el grupo Karma obligaron a muchos pobladores, en su mayoría mujeres y niños, a abandonar sus hogares.
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A pesar de la presencia de fuerzas federales y estatales vigilando algunas vialidades, el miedo persiste entre los residentes que han retomado sus actividades diarias, incluyendo la apertura de negocios locales como tortillerías, carnicerías, tiendas de ropa, fruterías y abarrotes.
Aunque la presencia militar ha disminuido desde el incidente inicial, los residentes observan con cautela y preocupación, especialmente aquellos refugiados en albergues, quienes afirman que aún no existen las garantías suficientes para regresar. A pesar de los esfuerzos del gobierno mexicano por restablecer el orden, persiste la tensión y la desconfianza, particularmente respecto a la seguridad y la protección de sus derechos fundamentales.
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KCQ