La ofensiva del Ejército israelí en la Franja de Gaza ha intensificado el conflicto, causando devastación y pérdidas humanas significativas. En la localidad de Shejaia, al norte de Gaza, y en Rafah, en el sur, tanques israelíes han provocado la muerte de al menos seis palestinos y la destrucción de numerosas viviendas, dejando a muchas familias atrapadas en medio del conflicto. Las fuerzas israelíes han afirmado estar llevando a cabo operaciones para eliminar a militantes palestinos, encontrando infraestructura militar incluso dentro de instalaciones civiles como escuelas y clínicas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha reafirmado el compromiso de su país de continuar con la ofensiva hasta cumplir objetivos como la erradicación de Hamás, la seguridad de los residentes israelíes y la eliminación de cualquier amenaza proveniente de Gaza. Hamás, por su parte, ha negado utilizar estructuras civiles para fines militares, aunque ha reportado intensos combates con las fuerzas israelíes.
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La situación humanitaria en Gaza es desesperada, con miles de personas afectadas por los bombardeos y la falta de acceso a servicios básicos como la electricidad y las comunicaciones. Los esfuerzos de mediación internacional no han logrado un alto el fuego duradero, y la violencia continúa cobrando un alto precio en vidas humanas y en la infraestructura de la región, que ya se encuentra en ruinas tras más de ocho meses de conflicto.
El conflicto entre Israel y Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, sigue siendo uno de los puntos más álgidos del conflicto en Oriente Medio, con repercusiones humanitarias y políticas de gran alcance que afectan tanto a la población civil como a los combatientes en ambos lados del conflicto.
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KCQ