El gobierno del presidente Donald Trump, ha exigido el pago de miles de metros cúbicos de afluentes del Río Bravo que México no ha podido entregar por las sequías que afectan su territorio.
Como medida de presión, el país norteamericano negó por primera vez la entrega de agua del Río Colorado a Tijuana, Baja California, hasta que México se ponga al corriente con su parte del líquido.
Sin embargo, especialistas en la materia ven muy difícil cumplir con el acuerdo porque las presas tienen bajos niveles de agua.
El gobierno mexicano propuso utilizar otros afluentes no incluidos en el convenio de aguas original, para cumplir su responsabilidad, lo que aumentará la sequía en los estados del norte.
“Cuando se firmó el tratado había abundancia, pero obviamente después vinieron periodos de sequía y estas sequías cada vez se hacen más prolongadas, así que cualquier intención de pagar agua no va a ser posible teniendo cambio climático, sequías”, explica Federico Mancera, profesor investigador del CIDE y consultor en temas de agua y sociedad.
Sin embargo, la Secretaría de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas ve difícil negociar este convenio con Donald Trump, ya que el presidente estadounidense ha negado la existencia del cambio climático.
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