Después de un año fuera de la Fórmula 1 tras su salida de Red Bull, Sergio ‘Checo’ Pérez está de regreso en la máxima categoría, esta vez al mando de Cadillac Racing, el nuevo equipo con respaldo de General Motors que debutará en 2026. El piloto tapatío firmó un contrato por dos temporadas con opción a una tercera, con un salario estimado en 10 millones de dólares al año, cifra similar a lo que ganaba en Red Bull, más bonos por desempeño que podrían elevar notablemente sus ingresos.
Este acuerdo no solo asegura su estabilidad financiera, sino que también lo posiciona nuevamente entre el top 10 pilotos mejor pagados de la parrilla, consolidando su estatus como una figura clave en el automovilismo actual.
Más allá del aspecto económico, el fichaje de Checo representa una jugada estratégica de Cadillac: su experiencia, reputación en Latinoamérica y capacidad técnica son fundamentales para impulsar al equipo estadounidense desde su arranque. Además, el contrato contempla equidad total con su compañero Valtteri Bottas, evitando así fricciones internas como las que vivió en Red Bull.
Según reportes especializados, el salario base de Pérez ronda los 10 millones de dólares anuales, comparable con lo que percibía en Red Bull. A esto se suman bonos por resultados, lo que podría llevar su ingreso anual aún más alto. Este incentivo por desempeño destaca la apuesta de Cadillac por resultados concretos y medibles desde el arranque.
Además, el retorno coloca a Checo nuevamente entre los pilotos mejor retribuidos del deporte, manteniendo su poder de influencia dentro y fuera de la pista.
Para Cadillac Racing, la principal fortaleza del fichaje no es económica, sino deportiva. Checo aporta 14 temporadas de F1, seis victorias, 39 podios, y un dominio estratégico en la gestión de neumáticos y maniobras defensivas. Además, su enorme popularidad en México y Latinoamérica lo convierte en un imán para aquellos mercados clave.
El contrato también incluye una cláusula de equidad total con Bottas, buscando evitar desequilibrios internos y fomentando un ambiente de desarrollo colaborativo, contra lo vivido en Red Bull en donde Checo sentía que “no era escuchado”.
El debut de Pérez con Cadillac está programado para el GP de Australia 2026, dando inicio a un nuevo capítulo en su carrera. Aunque el primer año estará enfocado en el desarrollo del auto, tanto Checo como el director del equipo, Graeme Lowdon, coinciden en que el objetivo a mediano plazo es competir en el frente de la parrilla.
Para Cadillac, este fichaje representa más que una incorporación: es el anuncio de una visión con peso económico, técnico y estratégico, apuntando a construir una escudería sólida y con ambición desde el primer día.
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