El café es un compañero indispensable para millones alrededor del mundo, quienes lo utilizan para iniciar sus mañanas y prepararse para enfrentar el día con energía y concentración. Sin embargo, según investigadores de la Universidad de Sheffield en Estados Unidos, el momento ideal para maximizar los efectos de la cafeína puede no ser el que muchos esperan.
Contrario a la creencia popular de que la mañana es el mejor momento para consumir café, estudios han revelado que al despertar, el cuerpo está en su fase de producción de cortisol, la hormona del estrés. Consumir café durante este periodo podría interferir con esta producción natural y reducir los beneficios energizantes del cortisol.
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Por esta razón, los expertos sugieren que el mejor momento para tomar café es entre las 9 y las 12 del día, al menos dos horas después de despertar. Durante este intervalo, el cortisol alcanza su pico máximo de producción, lo que permite que el café complemente naturalmente este proceso, ayudando a mantener la alerta y el rendimiento durante la mañana.
Además, si una taza de café por la mañana no es suficiente, otra estrategia recomendada es el «coffee nap», que consiste en consumir una pequeña dosis de café después de comer para mejorar la productividad.
Es importante recordar que la cafeína no solo estimula el sistema nervioso central, sino que también tiene efectos secundarios como ser un diurético potente, aumentar la acidez estomacal y elevar la presión arterial. Por lo tanto, es fundamental consumirla con moderación y considerar los momentos óptimos para maximizar sus beneficios sin afectar la salud.
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KCQ