Todas las mujeres nacen con cerca de medio millón de óvulos dentro de sus ovarios, pero sólo utilizan unos quinientos durante las tres o cuatro décadas de su vida reproductiva; Cada mes, durante el ciclo menstrual un óvulo madura y es liberado por el ovario. Esta secuencia se repite automáticamente mes con mes y año con año. Para finales de los treinta y principios de los cuarenta años, las mujeres cuentan con menos óvulos y pueden dejar de ovular ocasionalmente, con lo que resulta difícil un embarazo durante estos años. Aproximadamente a los cincuenta, la menstruación presenta irregularidades hasta llegar a la menopausia, que es cuando cesa totalmente y el ciclo de fertilidad llega a su fin.
La menopausia se inicia después de la última menstruación, sin embargo, por lo regular se acepta que debe pasar todo un año sin menstruaciones antes de que puedan estar seguras de que ya no ovulan, ni son fértiles. Algunas mujeres sufren un cese abrupto de sus menstruaciones, aunque no es lo común. La mayoría pasan por un período de transición gradual que incluye la disminución paulatina del ciclo en la premenopausia.
A medida que los ovarios envejecen, su respuesta a las hormonas foliculoestimulante (FSH) y luteinizante (LH) de la hipófisis disminuye, lo que hace que inicialmente se acorte la fase folicular (con ciclos menstruales más cortos y menos regulares), haya menos ovulaciones y disminuya la producción de progesterona. Se producen ovulaciones dobles y eventos fuera de la fase lútea (es decir, la formación prematura de un folículo debido al importante aumento de la FSH durante la fase lútea) y, ocasionalmente, causan niveles de estradiol fuera de la fase lútea que son superiores a lo normal. El número de folículos viables disminuye; Y finalmente, los pocos folículos restantes no responden, y los ovarios producen muy poco estradiol. Los estrógenos también son producidos por los tejidos periféricos como grasa y piel, a partir de los andrógenos (androstenediona, testosterona). Sin embargo, el nivel total de estrógenos es mucho más bajo, y la estrona reemplaza al estradiol como el estrógeno más común.
Durante la transición a la menopausia y después, los cambios hormonales pueden aumentar el riesgo de ciertos problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares y osteoporosis.
Por eso es recomendable:
- Llevar una alimentación saludable
- Obtenga suficiente calcio y vitamina D.
- Haga actividades físicas
- Mantenga un peso saludable
- No fume, ni utilice productos de tabaco.
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