Miles de personas, con ideas políticas diversas y banderas de todos los colores, caminaron este domingo por la carretera Séptima de Bogotá, Colombia, en una movilización de apoyo al senador Miguel Uribe Turbay, herido gravemente el sábado en un atentado, y en defensa de la democracia colombiana frente a la amenaza de la violencia política.
La marcha, que arrancó en la Calle 72 y recorrió cerca de 40 cuadras hasta la Fundación Santa Fe, donde Uribe, de 39 años, permanece en estado de “máxima gravedad” y “el pronóstico es reservado”, se convirtió en un acto de unión ciudadana.
Durante el recorrido, un grupo de personas cargó con esfuerzo conjunto una bandera tricolor colombiana de varios metros de largo, que ondeaba entre los manifestantes como símbolo de resistencia pacífica y amor a la patria.
En un domingo donde Bogotá suele respirar música, mercado y esparcimiento, esta vez la ciclovía se transformó en un río humano silencioso, interrumpido solo por cantos patrióticos, gritos de “¡Miguel, amigo, Colombia está contigo! y proclamas como “¡Una Colombia unida jamás será vencida!”.
A la altura de la Calle 93, la manifestación se detuvo frente a la escultura de la periodista Diana Turbay —madre del senador, secuestrada y asesinada en 1991 por el narcotráfico—, donde los asistentes entonaron a capela el himno nacional. Algunos lloraron y otros simplemente cerraron los ojos y apretaron sus banderas con fuerza.
También se detuvo más adelante frente al Cantón Norte del Ejército, donde los miles de manifestantes, aupados por las bocinas de los automóviles del otro lado de la vía, les gritaron a los soldados: “No están solos” en la lucha contra la violencia.
El partido uribista Centro Democrático, del cual es precandidato presidencial Uribe Turbay para las elecciones de 2026, es un firme defensor del papel de las Fuerzas Armadas en el mantenimiento de la paz y el orden y un severo opositor del presidente colombiano, Gustavo Petro.
“Tenemos que mirarnos profundamente, decidir quiénes queremos ser. Esta locura de agresión diaria del presidente contra todos los colombianos tiene que parar”, declaró a EFE la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, quien también marchó muy emocionada y entre lágrimas.
“Aquí la verdadera división es entre quienes defienden la democracia y quienes quieren montar una tiranía”, añadió Betancourt, quien pasó más de seis años secuestrada por la guerrilla de las FARC.
Entre la multitud, también estaba Verónica Barquero, ciudadana costarricense y madre de colombianos: “Mis hijos son colombianos y mi corazón es de Colombia. Marcho por la paz, por la democracia y por la salud de Miguel Uribe”, dijo
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FOH










