En un evento cargado de emociones, aplausos sinceros y una palpable conexión con el pueblo, la Presidenta de México, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó uno de los momentos más significativos para el estado de Tlaxcala: la inauguración de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales y el banderazo de salida a la Jornada de Saneamiento del Río Atoyac.
En el marco del Día Mundial del Agua, la Presidenta no solo presentó una obra de gran envergadura, sino que llevó a las y los tlaxcaltecas un mensaje esperanzador: el agua primero para quien más la necesita. Con visión y compromiso, anunció una inversión histórica cercana a los 50 mil millones de pesos para garantizar el acceso al agua como un derecho humano en todo el país.
El cariño de la gente fue evidente. Se vivió una jornada profundamente emotiva donde el pueblo tlaxcalteca expresó su reconocimiento a la Presidenta por traer tan buenas noticias, pero sobre todo, a su querida gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros. Con aplausos, abrazos y palabras sinceras, las y los asistentes agradecieron el trabajo incansable de quien ha sabido gobernar con el corazón.
La mandataria federal reconoció públicamente el modelo innovador de tratamiento de aguas impulsado por la gobernadora, destacando que será replicado en todo el país. “De Tlaxcala para todo México”, expresó con orgullo. Esta planta beneficiará directamente a más de 130 mil personas, y su agua tratada será utilizada para parques y zonas agrícolas, fortaleciendo el campo y la vida comunitaria.
En su intervención, la gobernadora Cuéllar recordó las 26 plantas rehabilitadas en su administración y más de 130 acciones en infraestructura hidráulica. “Estamos muy cerca de levantar bandera blanca en acceso al agua”, afirmó con emoción.
El evento reunió a autoridades federales, estatales y municipales, y se distinguió por su calidez, unidad y esperanza compartida. Porque cuando se gobierna con visión, pero sobre todo con amor por su tierra y su gente, los resultados trascienden lo técnico: se convierten en vida digna, en futuro, en justicia social.
Hoy Tlaxcala no solo celebró el agua. Celebró la confianza renovada en un gobierno que escucha, transforma y cumple.
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FOH
