El inicio del año trajo un incremento de dos pesos en la tarifa del transporte público en Nuevo León, que pasó de 15 a 17 pesos, lo que desató una ola de protestas ciudadanas.
El 6 de enero, manifestantes interrumpieron la partida de la tradicional rosca de Reyes encabezada por el gobernador Samuel García, exigiendo la reversión del denominado “tarifazo”.
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Un día después, unas 600 personas se movilizaron hacia el Palacio de Gobierno, en Monterrey, para expresar su descontento. Ante la protesta, personal gubernamental bloqueó los accesos al edificio.
Además de la reducción de la tarifa, los inconformes demandan un aumento en el número de unidades del transporte público y mejoras en su servicio.
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KCQ
