Una pareja hondureña de 25 años, Juan Pablo y Kensy, fue rescatada por la Patrulla Fronteriza luego de intentar cruzar de forma ilegal a Estados Unidos desde México por una zona desértica y montañosa al este de El Paso, Texas.
Kensy colapsó debido al intenso calor de más de 40°C después de horas tratando de esconderse de las autoridades. Los paramédicos la auxiliaron dentro de una ambulancia mientras Juan Pablo los acompañaba con preocupación.
Este tipo de incidentes de emergencia o muertes de migrantes en la frontera sur se han vuelto cada vez más frecuentes. En 2022, se encontraron 895 cuerpos de migrantes fallecidos, el número anual más alto desde 1998, representando un aumento de más del 200% comparado con 2020. Además, hubo más de 7,100 emergencias migratorias atendidas en la frontera en 2022.
Las autoridades responsabilizan a los traficantes de migrantes o «coyotes» de poner en riesgo las vidas al llevarlos por rutas agrestes con la promesa de alcanzar territorio estadounidense, abandonando a quienes no pueden continuar.
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Sin embargo, activistas y expertos consultados señalan que son las propias políticas migratorias restrictivas de Estados Unidos las que obligan a los migrantes a tomar estos caminos peligrosos dependiendo de traficantes.
Las nuevas reglas que prohíben pedir asilo a la mayoría de los detenidos cruzando de manera irregular, implementadas recientemente por la administración de Biden, podrían empeorar aún más la situación. Se teme que migrantes de países como Venezuela, Cuba y Nicaragua, que antes se entregaban para pedir asilo, ahora intenten «escabullirse» por rutas más remotas y letales.
Organizaciones humanitarias califican esta política como «fracasada» y con un «alto costo humano» en referencia a las muertes y emergencias resultantes en la peligrosa frontera.
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KCQ