«Llevamos mucho tiempo esperando un día como este», afirmó Mohammed Abdulaziz, de los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en una sesión informativa conjunta en línea con la OMS, Gavi y otras organizaciones.
La urgencia es evidente. Las interrupciones relacionadas con la pandemia de COVID, el aumento de la resistencia a los insecticidas y otros problemas han dificultado la lucha contra la malaria en los últimos años. En 2022, se registró un aumento interanual de 5 millones de casos, según la OMS.
En total, más de 30 países del continente han expresado su interés por introducir la vacuna y los temores de una escasez de suministro se han atenuado desde que una segunda vacuna completó un paso reglamentario clave en diciembre.
Se espera que el despliegue de la segunda vacuna «se traduzca en un suministro de vacunas suficiente para satisfacer la elevada demanda y llegar a millones de niños más», declaró en la reunión la directora de inmunización de la OMS, Kate O’Brien.
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FOH