La temporada invernal no solo transforma el clima en Chiapas, también influye de manera directa en el estado emocional de muchas personas. Con la llegada de frentes fríos, cielos nublados y una menor exposición a la luz solar, especialistas en salud mental advirtieron sobre un aumento en los cambios anímicos asociados a la llamada depresión estacional, un fenómeno que suele pasar desapercibido o confundirse con simple cansancio.
Expertos explicaron que la reducción de luz natural impacta la producción de serotonina, sustancia clave para regular el estado de ánimo. Cuando sus niveles disminuyen, pueden aparecer síntomas como tristeza persistente, desmotivación, irritabilidad, fatiga constante y dificultad para concentrarse. En municipios como Tuxtla Gutiérrez, donde los cambios de temperatura suelen ser bruscos, este escenario se ve reforzado por una mayor tendencia al aislamiento, ya que muchas personas optan por permanecer en casa y reducen su convivencia social.
La psicóloga clínica Lourdes Pérez Santis señaló que las variaciones climáticas pueden afectar directamente el funcionamiento del cerebro, alterando el equilibrio emocional, sobre todo en personas con antecedentes de estrés o episodios depresivos. Indicó que durante esta época es común observar un aumento de ansiedad, bajo estado de ánimo y problemas de atención, por lo que resulta fundamental adoptar medidas preventivas para proteger la salud mental.
Entre las recomendaciones más accesibles destacan aprovechar al máximo la luz natural, salir a caminar durante el día o permanecer en espacios bien iluminados; mantenerse físicamente activo, ya que el ejercicio favorece la liberación de endorfinas; cuidar la alimentación con una dieta balanceada rica en frutas, verduras y nutrientes como omega-3; conservar el contacto social para evitar el aislamiento; y respetar horarios de sueño que ayuden a regular el reloj biológico. En algunos casos, la fototerapia también puede ser una opción complementaria.
La especialista subrayó la importancia de la autocompasión, es decir, reconocer las propias emociones sin culpa y permitirse descansar cuando sea necesario. Finalmente, advirtió que si los síntomas se intensifican o se prolongan en el tiempo, es indispensable buscar apoyo profesional, ya que una atención oportuna puede marcar una diferencia significativa en el bienestar emocional durante el invierno.




