El noreste de Etiopía fue escenario de un evento geológico extraordinario luego de que el volcán Hayli Gubbi, ubicado en la región de Afar, entrara en erupción el domingo tras casi 12 mil años de inactividad. La explosión volcánica, que se extendió durante varias horas, generó densas columnas de ceniza que alcanzaron hasta 14 kilómetros de altura, informó el Centro de Observación de Cenizas Volcánicas de Toulouse (VAAC).
Aunque la erupción concluyó el mismo día, sus efectos se hicieron sentir a larga distancia. Las nubes de ceniza se desplazaron hacia el norte y el este, sobrevolando Yemen, Omán, India y el norte de Pakistán, lo que evidencia la magnitud del fenómeno y su impacto en la atmósfera.
Un volcán clave en el valle del Rift
El Hayli Gubbi se localiza a unos 800 kilómetros al noreste de Adís Abeba, cerca de la frontera con Eritrea, en pleno valle del Rift, una de las regiones geológicas más activas del planeta. La interacción constante de placas tectónicas en esta zona provoca actividad volcánica y sísmica frecuente.
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Sin embargo, el Hayli Gubbi no había mostrado signos de actividad desde el Holoceno, el periodo geológico iniciado al final de la última glaciación. El Programa Mundial de Vulcanismo de la Institución Smithsonian confirmó que no existían registros históricos de erupciones, lo que convierte este episodio en un hecho sin precedentes. En ese sentido, el vulcanólogo Simon Carn, de la Universidad de Michigan, subrayó que el volcán “no registró ninguna erupción durante el Holoceno”, reforzando la rareza del suceso.
Impacto y riesgos potenciales
Hasta el momento, las autoridades etíopes no han reportado víctimas ni desplazamientos, en parte porque se trata de una zona remota y escasamente poblada, lo que reduce el riesgo para comunidades cercanas, aunque dificulta la obtención de datos precisos.
El mayor impacto ha sido atmosférico. Las columnas de ceniza alcanzaron niveles de vuelo comercial, obligando a los sistemas internacionales de monitoreo aéreo a emitir alertas para rutas comerciales. La llegada de partículas a países tan lejanos como India y Pakistán demuestra la capacidad de estos eventos para alterar operaciones aéreas y la calidad del aire en amplias regiones.
Expertos señalan que, aunque la erupción terminó en pocas horas, el Hayli Gubbi deberá ser monitoreado de manera continua, ya que su reactivación podría marcar el inicio de un nuevo ciclo eruptivo en el valle del Rift, considerado un laboratorio natural para comprender la dinámica tectónica y la formación de continentes.
(WCLS)




