Ok, vamos a hablar claro: Bad Bunny va a romper el medio tiempo del Super Bowl 2026 y hay gente que no puede con eso. ¿Quiénes? Pues nada más y nada menos que los aliados de Donald Trump, que están tan asustados con un reggaetonero boricua que amenazan con mandar a ICE al estadio. Sí, leíste bien: redadas migratorias… en un evento deportivo. ¿Qué sigue? ¿Pedir pasaporte para bailar “Tití me preguntó”?
Esto no es una broma. Lo dijo Kristi Noem, una de las favoritas del club MAGA y figura clave en la campaña de Trump: que ICE va a estar “por todos lados” durante el show. ¿La excusa? Seguridad nacional. ¿La realidad? Una forma elegante de decir “vamos a hostigar latinos”.
Un show con ritmo… y racismo
Bad Bunny representa justo lo que más les molesta: un latino que no pide permiso, que habla español en prime time, que no se disculpa por existir. ¿Y qué mejor lugar para mostrar poder que el evento más gringo del año? Es como si hubieran visto el line-up y gritaran: “¡Oh no, cultura latina en HD!”.
La movida de meter agentes migratorios en el Super Bowl no es sobre seguridad. Es sobre miedo. Sobre enviar el mensaje de que, si eres latino, ni en una fiesta estás a salvo. Que el único ritmo que te espera es el de las esposas cerrándose.
De halftime show a «border patrol remix»
Imagina esto: luces, fuegos artificiales, Benito cantando “Safaera” y en las gradas… agentes tomando notas. ¿Eso es lo que queremos? ¿Un Super Bowl que parece frontera en Tijuana? Literal están convirtiendo el entretenimiento en una extensión del muro.
Y lo peor es que lo hacen con una sonrisa. Como si fuera gracioso. Como si sembrar miedo en un estadio con miles de latinos fuera una estrategia electoral legítima.
Benito, el peligro público #1 (según Fox News)
Bad Bunny no es solo un artista. Es un símbolo. Y eso es lo que les da urticaria. Porque cuando un tipo con uñas pintadas, falda y acento boricua es el centro del show más gringo del planeta, tiemblan los que prefieren que todo suene como country y huela a Bud Light.
¿Y sabes qué? Que tiemblen.
No dejemos que nos callen la música
Esto va más allá de Benito. Va de no permitir que el miedo nos quite la pista de baile, ni el estadio, ni los espacios públicos. Que un gobierno use redadas como instrumento político es gravísimo. Pero que lo haga en un concierto… eso ya es arte distópico.
Así que si vas al Super Bowl (o lo ves desde casa), no dejes que te vendan la narrativa de “orden”. Lo que quieren es silencio. Y Bad Bunny, con todo y su flow, les recuerda que no pueden callarnos.
Porque si el reggaetón es resistencia, ese escenario va a ser nuestra trinchera. Y aunque estén ICE, Homeland Security o quien quieran, la verdad es que el miedo… lo tienen ellos.
POR: JIMMY DAVID










