En su conferencia matutina de este 25 de agosto, la mandataria declaró que «muy probablemente venga de esta, no esta semana, sino la primera de septiembre. Es probable», en referencia a la firma de un acuerdo bilateral de seguridad que ha estado pendiente.
Esta visita ha sido esperada desde junio, cuando el subsecretario Christopher Landau celebró una reunión preparatoria con la mandataria mexicana, en medio de tensiones bilaterales por temas como migración, comercio y seguridad.
En paralelo, Sheinbaum informó que esta semana México recibirá una delegación brasileña de nutrición compuesta por ministros de las áreas como de Comercio, Hacienda, Relaciones Exteriores, Agricultura, Planificación y Presupuesto, junto con 150 empresarios.
Aunque no confirmó si esta reunión antecede una visita del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, destacó su relevancia económica: “Por lo pronto, es este encuentro para el fortalecimiento, para la complementariedad de nuestras economías”, subrayó.
Este acercamiento con Brasil se enmarca en los esfuerzos por profundizar los lazos económicos entre ambos países, especialmente tras las amenazas de aranceles por parte del gobierno de Donald Trump.
En ese tenor debe recordarse que a finales de julio, Sheinbaum y Lula acordaron impulsar la cooperación comercial, lo que derivó en la organización de esta visita oficial encabezada por el vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, programada para los días 27 y 28 de agosto.
Durante esta visita, se espera que se inicien negociaciones para ampliar el acuerdo comercial entre México y Brasil. El objetivo es fomentar el intercambio en sectores estratégicos como la industria farmacéutica, agropecuaria, etanol, biodiésel y aeroespacial, y así consolidar una relación económica más robusta y diversificada entre ambas naciones, con inversiones que fluyan “de aquí para allá y de allá para acá”.
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