La actriz y productora Kelley Mack ha muerto tras una batalla contra un glioma en el sistema nervioso central. Tenía 33 años y sucedió el pasado sábado 2 de agosto, pero ha sido ahora cuando la familia ha comunicado la triste noticia.
Mack participó en treinta y cinco producciones como actriz, así como en otras cinco bajo el rol de productora. Uno de sus papeles más reconocidos llegó en la temporada 9 de The walking dead, donde interpretó a Addy durante cinco episodios. También trabajó en series como Chicago Med o 9-1-1.
«Con una profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Kelley», comienza el comunicado escrito por su hermana en Instagram. «Una luz tan brillante y ferviente ha partido hacia el más allá, adonde todos, tarde o temprano, debemos ir», continúa para explicar que «falleció en paz el sábado por la noche, acompañada por su amorosa madre, Kristen, y su inquebrantable tía, Karen».
«Estoy jodidamente orgullosa de ella», concluye su hermana en la publicación.
La familia ha querido compartir unas bonitas palabras sobre Kelley Mack, haciendo repaso a su carrera profesional y ensalzando el «constante apoyo que era para las personas a su alrededor».
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