Es innegable que la crisis petrolera está afectando drásticamente a Tabasco. Para los que no están al tanto, muchas de las empresas petroleras de nuestra entidad, han dejado de recibir pagos desde hace más de un año.
La actividad petrolera representa más del 70% del producto interno bruto de nuestro estado; alrededor del 95% de nuestras exportaciones (Tabasco) son atribuibles al comercio de este energético. Lo anterior indica que la actividad económica de nuestro estado está basada directamente en la actividad petrolera.
La falta de pago se ha visto reflejada en la pérdida de empleos y en la reducción de registros patronales, lo que ha colocado a Tabasco como uno de los estados con mayor desempleo en el país.
Este desempleo no solo se manifiesta en el despido de personas de las empresas petroleras, sino también en las personas que se despiden en los sectores restauranteros y hoteleros, que son de gran importancia para la dinámica económica del estado.
Es urgente reactivar la industria petrolera, por los empleos que genera directa e indirectamente y por los ingresos que representa al país que son por más de 700,000 millones de pesos al año.
No podemos esperar más; la producción de petróleo diaria se reduce día con día por la falta de los servicios suministrados por los proveedores petroleros, que son necesarios para mantener la actividad petrolera.
Muchos dicen que el petróleo ha sido una maldición, que hay que hacerlo a un lado y empezar a invertir en otros sectores de la economía; estoy de acuerdo en que debemos invertir en otros sectores de la economía, que sean cuales sean, llevará tiempo en desarrollarlos; respecto al petróleo, hemos sido afortunados de tener este energético a nuestra disposición y poder comercializarlo como han hecho otras regiones del mundo; nos tocó el petróleo, a otros el litio y a otros el uranio; no aprovechar lo que tenemos también sería un desperdicio.
El petróleo debe ayudarnos a transitar hacia la mayor utilización de energías más limpias y recordemos que este energético, además de suministrarnos energía, también nos permite obtener sus derivados, que son esenciales para nuestra vida diaria como son los lubricantes, pinturas y fertilizantes, entre otros. La cantidad de petróleo económicamente extraible es finita y debemos de reducir su utilización en lo que podamos para no prescindir de los derivados que solamente este fluido nos puede dar.
Aún en la crisis petrolera, otras empresas de otros sectores están en operación, lo cual es importante mantener e incrementar con la participación de nuevos actores, dándoles seguridad jurídica y facilidades para que inviertan en nuestro estado.
¿Son tiempos difíciles?, si, pero como dice mi padre, es tiempo de cerrar filas y de unirnos todos los tabasqueños, ciudadanos y ciudadanos con cargo, para provocar acciones que nos beneficien a todos.
Columna por: Yesi Frías










