Luego de una caída continua iniciada en abril de 2018 y que tocó fondo en abril de 2024, el empleo en la industria de refinación de petróleo en México muestra señales de recuperación. De acuerdo con datos del INEGI, en abril de 2025 el personal ocupado en este sector creció 9.7% en términos anuales, en contraste con la tendencia negativa registrada en el resto del sector manufacturero.
Este repunte en el empleo ocurre en paralelo con un aumento en la producción nacional de combustibles. En 2024, Pemex logró niveles de producción de gasolinas no vistos desde 2016. Además, las remuneraciones medias en la refinación aumentaron más de 4%, consolidando a este subsector como el mejor pagado de la industria, con ingresos cercanos a 500,000 pesos anuales por trabajador.
La recuperación se atribuye, en buena medida, a la entrada en operación de la refinería Olmeca en Dos Bocas y al incremento en la actividad de refinerías como Cadereyta y Tula, que en mayo de 2025 reportaron crecimientos productivos de 75.1% y 56.1%, respectivamente.
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Refinar a cualquier costo: una estrategia cuestionada
No obstante, especialistas advierten que refinar “al costo que sea” puede acarrear riesgos financieros, operativos y de largo plazo. Óscar Ocampo, coordinador de Energía en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló que la refinación se ha convertido en un objetivo de política pública en sí mismo, perdiendo de vista su utilidad como medio para lograr seguridad energética.
“Una sociedad que te genera pérdidas, como Pemex Transformación Industrial, es completamente insostenible”, sostuvo. En 2024, esta división de Pemex concentró pérdidas por 585,000 millones de pesos.
Además, Ocampo advirtió que, dadas las condiciones actuales del sistema nacional de refinación, es más rentable exportar crudo que procesarlo localmente. La producción de petróleo también ha estado por debajo de lo previsto, con apenas 1.6 millones de barriles diarios, frente a los 1.8 millones estimados.
En cuanto a la refinería Olmeca, inaugurada en 2022 pero operativa desde mediados de 2024, apenas procesó 114,900 barriles por día en mayo de 2025, lo que representa solo 33.8% de su capacidad instalada.
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Reestructura interna y sostenibilidad
Frente a este panorama, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Banco Base, consideró que Pemex necesita cambios estratégicos para lograr rentabilidad en la refinación. Entre sus propuestas están reducir la deuda, vender activos no rentables y adelgazar la estructura organizacional.
En esa línea, Pemex anunció en mayo de 2025 una reestructura interna, aprobada por su consejo de administración. El plan contempla eliminar duplicidades, reducir estructuras administrativas y reorientar recursos hacia áreas operativas, con un ahorro estimado de 4,798 millones de pesos entre 2025 y 2026. También se limitó el ingreso de nuevo personal de confianza y se inició un esquema de liquidaciones que afectará a menos del 1.4% de las plazas permanentes.
A pesar de los ajustes, Ocampo destacó que el capital humano de Pemex es altamente capacitado, por lo que podría reubicarse fácilmente en sectores como la petroquímica o los hidrocarburos, si se decide cerrar o reconvertir refinerías.
“La mano de obra calificada de los ingenieros petroleros tiene cabida en muchas industrias. Si se decide cerrar o reconvertir refinerías, esto puede hacerse con una planeación a 10 años que minimice el impacto social”, concluyó.
(WCLS)
