El gobierno de Colombia confirmó que 11 de los 12 ciudadanos colombianos arrestados en México, acusados de participar en la fabricación y colocación de una mina terrestre que mató a ocho soldados del Ejército mexicano en Michoacán, son exmilitares de Colombia.
La Cancillería colombiana precisó en un comunicado que, tras verificar sus identidades, se determinó que los detenidos tuvieron relación con las Fuerzas Militares de Colombia en el pasado.
Además, el gobierno aseguró que recibirán asistencia consular para garantizar “garantías procesales, juicios justos, apoyo humanitario, contacto con sus familias y seguimiento a su estado de salud mientras son acompañados en esta situación”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de Colombia también expresó su pesar por el caso y subrayó que son más los colombianos que viajan a México por turismo o integran una importante comunidad académica y científica que aporta a la riqueza cultural, social y económica de ese país.
Detenciones en Los Reyes, Michoacán
Los 17 presuntos sicarios, incluidos los 12 colombianos, fueron capturados el jueves de la semana pasada durante un operativo militar en el municipio de Los Reyes, en la región limítrofe con Jalisco.
Elementos del 17º Batallón de Infantería del Ejército mexicano irrumpieron en una vivienda identificada como casa de seguridad, donde hallaron materiales para la fabricación de minas antipersonales, tres armas de fuego, cargadores y cartuchos.
Según las investigaciones, los detenidos formaban parte de una célula del Cártel de Los Reyes, grupo criminal surgido hace una década como escisión de los grupos de autodefensas formados en 2013 para combatir a Los Caballeros Templarios, organización que en ese entonces dominaba la región.
Presencia de mercenarios colombianos en el crimen organizado global
Este caso no es aislado, pues, de acuerdo con antecedentes registrados en otros países, mercenarios colombianos, principalmente militares retirados, han sido reclutados por organizaciones criminales y armadas para operar fuera del país.
Haití, Sudán, Yemen y Ucrania son algunos de los destinos donde se han documentado sus actividades.
El ejemplo más conocido es el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse, ocurrido el 7 de julio de 2021. Un comando armado ingresó a su residencia en Puerto Príncipe y lo asesinó.
La Policía haitiana detuvo a 18 colombianos retirados del Ejército y reportó la muerte de otros tres involucrados en el ataque.
La investigación reveló que fueron 26 los mercenarios colombianos que participaron en la operación, sin encontrar resistencia de las fuerzas de seguridad del país caribeño.
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