Los gatos envejecen más rápido de lo que muchos creen. Aunque suelen ser animales discretos, que duermen mucho y rara vez expresan dolor de forma evidente, existen señales claras de que tu michi está entrando en la vejez. Aquí te decimos a qué edad comienzan a envejecer los gatos.
Aunque un gato doméstico puede vivir entre 15 y 20 años, la vejez comienza antes de lo que muchos creen. Entender cuándo y cómo envejece un gato es fundamental para ofrecerle los cuidados que necesita en esta etapa.
¿Cuándo comienza a envejecer un gato?
De acuerdo con especialistas citados por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), los gatos entran en la categoría de “mediana edad” a partir de los 7 años, una etapa en la que pueden empezar a aparecer los primeros cambios fisiológicos.
A partir de los 11 años, se consideran gatos sénior, y a los 15 años o más, se los clasifica como geriátricos.
Por ponerlo en perspectiva, un gato de 11 años equivale, en términos de envejecimiento biológico, a un humano de aproximadamente 60 años.
A diferencia de los perros, los gatos son expertos en ocultar síntomas de dolor o enfermedad. Por eso, es fundamental observar atentamente cualquier cambio en su comportamiento o rutina.
Así puedes saber si tu gato ya está entrando en la vejez
El proceso de envejecimiento en los gatos afecta varios sistemas del cuerpo. Algunos signos clave que pueden indicar que un gato está envejeciendo incluyen:
- Menor actividad física y más horas de sueño. Aunque parezca normal, puede estar relacionado con artritis o pérdida de masa muscular (sarcopenia).
- Cambios en el peso. Tanto la pérdida como el aumento pueden indicar enfermedades como diabetes, hipertiroidismo o insuficiencia renal crónica, especialmente comunes en gatos mayores de 15 años.
- Problemas dentales, como gingivitis o reabsorción dental, que afectan hasta al 68% de los gatos mayores de tres años.
- Disminución de la visión o audición, en muchos casos provocadas por esclerosis lenticular, cataratas o incluso glaucoma. La hipertensión arterial puede causar pérdida súbita de visión.
- Cambios de conducta, como irritabilidad, maullidos excesivos por la noche o desorientación. Estos síntomas pueden estar relacionados con el síndrome de disfunción cognitiva, similar al Alzheimer en humanos.
- Deterioro del pelaje, pérdida de brillo, caída de pelo o menor acicalamiento.
- Descuido en la higiene y uñas largas, señal de dolor al moverse o falta de energía.
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