La canonización de Carlo Acutis, quien sería el primer santo millennial de la Iglesia católica, quedó suspendida tras el fallecimiento del papa Francisco.
La Santa Sede comunicó la suspensión de la celebración eucarística y del Rito de canonización del beato Carlo Acutis, que estaba previsto para el próximo 27 de abril, en el marco del Jubileo de los Adolescentes.
Esta decisión se produjo después del fallecimiento del papa Francisco este lunes 21 de abril, quien iba a presidir la ceremonia en la Plaza de San Pedro, durante el Segundo Domingo de Pascua, también conocido como el Domingo de la Divina Misericordia.
De esta manera, la canonización será reprogramada una vez que se haya elegido al nuevo pontífice.
Carlo Acutis nació en Londres el 3 de mayo de 1991, pero creció en Milán, Italia, donde desde temprana edad mostró una profunda sensibilidad espiritual, que se vio reflejada cuando a los 7 años pidió recibir la Primera Comunión.
Desde entonces, rezaba el Rosario diario, asistía cada domingo a misa, se confesaba cada semana y tenía una particular devoción por la Eucaristía, a la que llamaba “mi autopista al cielo”.
Lo que lo hizo especialmente notable fue su habilidad para integrar su fe con las herramientas tecnológicas de su tiempo, mezclando sus dos pasiones.
A los 11 años comenzó a programar, y poco después desarrolló un sitio web dedicado a documentar los milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia Católica, junto con apariciones marianas (manifestaciones sobrenaturales en las que, según la tradición católica, la Virgen María se aparece a una o varias personas, conocidas como videntes).
Este trabajo fue el resultado de años de investigación y recopilación, cuya exposición sobre los milagros ha sido presentada en varios países del mundo y, además, diversos testimonios constatan que nunca descuidó sus labores cotidianas de caridad para ayudar a los más necesitados.
Carlo falleció en 2006 a los 15 años de edad debido a una leucemia fulminante, diciendo a su madre durante el proceso de su enfermedad, que ofreció su sufrimiento “por el Papa y por la Iglesia”. A pesar de su corta vida, su testimonio dejó una huella profunda en quienes lo conocieron y en miles de personas que después descubrieron su historia.
Fue beatificado en octubre de 2020, que es cuando la iglesia católica reconoce que la persona vivió con virtudes heroicas y puede ser venerada públicamente en ciertas regiones, siendo este el paso previo a la santidad.
Esta ceremonia de su beatificación se llevó a cabo en Asís, ciudad italiana a la cual Carlo le tenía gran cariño por su devoción a San Francisco.
Sus restos descansan en el Santuario del Despojo, y desde su beatificación es frecuente ver a jóvenes peregrinar allí para pedir su intercesión.
En el camino hacia su canonización, se reconocieron dos milagros atribuidos a su intercesión. El primero fue la sanación inexplicable de un niño brasileño con una enfermedad congénita del páncreas.
El segundo, recientemente validado, fue la recuperación de una joven costarricense que había sufrido un grave traumatismo craneal y se encontraba en coma; su madre, que peregrinó a la tumba de Acutis para pedir su ayuda, fue testigo de su repentina y completa mejoría.
Con la canonización, Carlo Acutis habría sido el primer santo de la generación millennial y uno de los más jóvenes en la historia reciente de la Iglesia y aunque la ceremonia ha sido suspendida por el momento, la expectativa por su canonización sigue viva.
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AM
