La venta de los cigarrillos electrónicos y vapeadores se mantiene en México, a pesar del decreto presidencial de 2022 que prohíbe la comercialización de estos dispositivos.
Se trata de un mercado informal e ilegal, con implicaciones fiscales e impactos en la salud pública, expone el informe elaborado por académicos de El Colegio de México (Colmex).
Y es que la prohibición limita que el gobierno federal recaude impuestos por la comercialización de los vapeadores e impide el establecimiento de medidas de control, calidad y seguridad para estos dispositivos.
El propósito del análisis, basado en uno similar realizado en España, es aportar datos sobre el mercadeo del vapeo en México, que en teoría no debería existir, pero que florece por debajo de las leyes.
Basta con salir a la calle para observar a varias personas utilizando cigarrillos electrónicos, indica Jaime Sempere, profesor investigador en el Centro de Estudios Económicos del Colmex y uno de los autores del informe.
“Lo que no hay es evidencia dura, o sea, números referentes a esa evidencia casual, hay pocas estadísticas”, subraya.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) Continua provee datos sobre el uso de vapeadores, pero su pregunta es genérica y se limita a su utilización, señala el académico.
Así que junto al investigador Iñaki Zardain se dio a la tarea de estimar el tamaño del mercado negro del vapeo en México, que va en aumento a pesar de la reforma constitucional que prohíbe la comercialización e importación de dispositivos electrónicos de suministro de nicotina.
Para llegar al valor del mercado, estimado en 26,000 millones de pesos, los catedráticos realizaron una encuesta propia sobre las preferencias de los consumidores mexicanos mayores de 18 años y cruzaron los resultados con datos poblacionales del Inegi.
Su cálculo arrojó que 5.9% de los entrevistados eran usuarios de cigarrillos electrónicos, lo que representa alrededor de 5 millones de personas adultas. También estimaron las preferencias de dispositivos por cada usuario, el consumo promedio mensual y los precios.
“Al final, nosotros sacamos una cifra que es el valor del mercado y ese valor sale relativamente elevado. Esto hay que tomarlo con cautela porque todo se basa en una encuesta”, aclara.
Sin embargo, aunque la cifra es aproximada, permite dimensionar que la prohibición de los vapeadores no ha resultado efectiva para inhibir su consumo.
“A pesar de la prohibición, tenemos un autoconsumo, por lo tanto, de momento la vemos inoperante”, señala.
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