México enfrenta nuevamente la presión arancelaria de Estados Unidos. Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum dejó claro esta mañana que el país no está dispuesto a ceder sin defender su soberanía y dignidad. En su tradicional conferencia matutina, informó que sostuvo un diálogo de 45 minutos con el presidente Donald Trump, logrando una suspensión temporal de los aranceles del 25% que se pretendían imponer a productos mexicanos y canadienses.
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Este acuerdo, aunque momentáneo, es un respiro para la economía nacional y, sobre todo, para los sectores productivos que ya anticipaban un impacto severo. Pero no llegó sin compromisos:
- Refuerzo en la frontera norte: Se desplegarán 10,000 elementos de la Guardia Nacional para fortalecer la seguridad y combatir el tráfico de fentanilo, una de las principales preocupaciones del gobierno estadounidense.
- Control de tráfico de armas: Estados Unidos se comprometió a colaborar activamente para reducir el ingreso ilegal de armas a México, un problema que ha exacerbado la violencia en el país.
- Mesas de trabajo bilaterales: Se establecieron equipos de negociación para encontrar soluciones conjuntas en temas de seguridad y comercio.
- Pausa en los aranceles: La aplicación de las tarifas comerciales queda suspendida por un mes mientras se buscan alternativas que eviten afectaciones económicas en ambos países.
“La patria no está en venta”, con un mensaje firme, la presidenta Sheinbaum agradeció el respaldo del sector empresarial y legislativo, así como de las comunidades mexicanas en EE.UU., quienes manifestaron su apoyo ante el embate comercial.
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Acompañada por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, la mandataria enfatizó que el “Plan B” de México sigue sobre la mesa, listo para activarse en caso de que Washington no honre los acuerdos. Esta estrategia contempla medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses nacionales.
Mientras tanto, la presidenta se reunirá con el secretario de la Defensa, Ricardo Trevilla Trejo, para coordinar el despliegue de seguridad en la frontera norte, un punto clave en las negociaciones con la administración de Trump.
El mensaje es claro: México no cederá sin dar la batalla.
¿Qué sigue?
En las próximas semanas, las mesas de trabajo determinarán si este acuerdo se consolida en un pacto más amplio o si, una vez más, las tensiones comerciales pondrán a prueba la relación bilateral.
Desde Palacio Nacional, la presidenta se mantiene firme: México no está solo ni desprotegido.
Por: Graciela Bravata (WCLS)
